lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Fracaso Inteligente?

Comenzar el año desde el fracaso. ¿Qué extraño no?

Pregúntate:
¿En cuantas cosas has fracasado?
¿Cuánto te ha costado emocional y materialmente?
¿Cuántas lágrimas has derramado?
¿Cuántos sueños has pospuesto?
¿Cuántas ganas dejaste abandonadas y confusas en el camino?
¿Quienes te dejaron abandonado y confundido a ti?
¿A cuantos le echaste la culpa?
¿Cuántos te culparon a ti?

El libro: Cómo Crear una Cultura de Innovación en las Organizaciones ® De Juan Cano-Arribi Company 2006 dedica el entero capítulo 6 a la gestión del fracaso y del riesgo. Me gustó mucho cómo este astuto autor plantea el cómo aprender a convertir el fracaso inútil en un fracaso inteligente. Una de los 5 pasos que menciona es:

“La existencia de protocolos de aprendizaje de la adversidad”

Juan Cano recuerda la necesidad de aplicar AAR (del Inglés After Acción Reviews o Análisis de Acciones Realizadas) recomienda aplicarlo en “caliente”, antes de que la situación se enfríe, la idea es que los involucrados se reúnan y logren algún tipo de aprendizaje. Fíjense en ese detalle: “antes de que la cosa se enfríe”, lo común es que se haga justamente todo lo contrario. Decimos con frecuencia: “dejemos que las aguas bajen y que se calme todo” ¿no es cierto? ¡Pues no!

ESTE AUTOR DICE QUE HAY QUE CONVERSAR EN CALIENTE ¡WOW!

Como las ollas quemadas que se friegan mejor en caliente

( y esto no es un comercial de lavaplatos)

Ustedes dirán probablemente: ¿cómo hacer esto sin que corra sangre? jejeje. Bueno Juan no nos deja con la incógnita y nos da unos parámetros para esta conversación caldeada para que se realice una reflexión adecuada sazonados, por supuesto, con mis ideas y experiencia:

Una vez dispuesto el lugar y hecho el rapport necesario para conversar, el equipo pasará a contestar las posteriores preguntas, bajo las siguientes condiciones:

  • Está permitida la carga emocional, recuerden que no dejamos que "se enfriara la cosa" por lo que es natural que ciertos efectos histriónicos se manifiesten. Se recomienda tolerancia dramática, es humano y con el tiempo -en retrospectiva- divertido.

  • Cada cual asumirá su carga de responsabilidad, no existe algo así como que todo pasó de una sola parte, el que pase algo es responsabilidad tanto del que lo hace como del que deja que se haga.

  • No se permiten señalamientos personales, el equipo cuidará la integridad personal de cada uno de sus miembros, no aprobando descalificaciones, acusaciones, ni agresiones de ningún tipo. Así se crea que se tiene la razón.

  • La palabra culpa no es admitida en la conversación. Es una conversación de posibilidades no un juicio público.

Las preguntas sobre las que versará la conversación (esto si salió del libro):

  • ¿Qué nos imaginábamos que pasaría y que no pasó?

  • ¿Qué fue lo que en realidad pasó?

  • ¿Qué lo produjo? (ojo: dice qué y no quién lo produjo, cuidado con la culpa)?

  • ¿Qué sabemos ahora que nos permitirá hacerlo mejor la próxima vez?

Ahora ¿por qué hacer las cosas en caliente? A mí se me ocurre lo siguiente: Las veces que he optado por dejar las cosas así y no confrontar, lo que ocurre es que me alejo de la persona y con esa supuesta “gerencia inteligente de la situación” el asunto se enfría la relación de diluye y se pierde el contacto. Piensa en lo que significa perder la relación en la que has invertido muchos recursos de todo tipo, pierdes a esa persona en tu red, es uno menos, y en muchas ocasiones es o eres para ese quién: “el uno menos”.

La innovación es producto de la interacción en los equipos de aprendizaje, perder a alguien, muy a menudo implica perder al equipo entero, que en el mejor de los casos queda fraccionado en partes, la cultura colaborativa del entero sistema se pierde. Si bien es cierto que conversar y llegar a acuerdos con los involucrados es una tarea dura que implica invertir tiempo en conseguir una opción que satisfaga a todas las partes, vale la pena el esfuerzo porque mucho mas tiempo y recursos tendrás que invertir en la incorporación de nuevos nodos a tu red de amigos, contactos y colaboradores, por ello es excelente pedir ayuda para que quién modere la conversación tenga las distinciones y recursos para gerenciarla o facilitarla adecuadamente.

Para innovar es necesario aceptar el fracaso como parte del proceso y con él también aceptar los sentimientos, emociones y pérdidas involucradas. Fracasaremos unas cuantas veces antes de batear el home run… Para todos aquellos que están en la onda de los indicadores les envío esta línea de Gary Hamel -luminaria en el tema de innovación- dice: “mas que la tasa de éxitos, lo que importa es el número de proyectos que se inician”.

Entonces, es inicio de año, tiempo para iniciar muchos proyectos y aumentar las probabilidades de ganar, tiempo para aprender a conversar en calentito todo lo que vaya sucediendo,sea bueno, regular o malo, para que no se pierda la anheladísima pasión que es la que nos da energía, motivación y sentido de pertenencia en cualquiera de los sistemas humanos con los que interactuamos.

¿Cuéntame cuántos y cuáles proyectos tienes para el 2009?

¡Con quienes planeas emprenderlos apasionadamente?

¡Feliz año!
María Mercedes
mm@geneticadelcambio.com.ve