Tomado del Libro: Cultura e Innovación Empresarial. La Conexión Perfecta.De Patricio Morcillo. Universidad Autónoma de Madrid (2007)
Un “meme” en la cultura equivale a lo que representan “los genes” a la herencia y a la vida. “Los memes” son: ideas, costumbres, habilidades, metodologías, técnicas que se copian con variaciones y selecciones de una persona a otra. De esta forma los “memes” son replicadores, partiendo del principio que cualquier comportamiento puede ser aprendido y, por lo tanto, imitado. (Blackmore, 1999)
¿Te parece interesante? Pareciera entonces que, aunque muchos ególatras se jacten de ser la “pepa del mango de la exclusiva sabiduría” pues tendrán que aceptar que aquello que han inventado -aunque tengan todos los derechos reservados- será replicado meméticamente como por arte de magia.
Cualquier gran invento generará un cúmulo de información -que tamizado individualmente por la intervención humana - se almacenará en las memorias individuales y colectivas e inevitablemente será transformada para ser aplicada a similares o distintas situaciones. Como decía el filósofo francés, Alain: “Quien no imita no inventa”.
“Imitar no es necesariamente piratear” ¡Cuidadito con los enfriadores de la innovación!
Conservando la ética y la deontología podemos estar tranquilos de que todo lo que aprendemos lo podemos transformar y mejorar…
Les cuento una anécdota:
Mi amigo Erik, con quien nos encontramos hace poco y con quien conversamos larga y plácidamente sobre los productos educativos de nuestra empresa, nos comentó a mi socia y a mí, al ver las evoluciones en algunos conceptos y aplicaciones de nuestros productos educativos, lo siguiente: “Ustedes parecen Japonesas… a todo le sacan la versión 2.0” En ese momento Erik me dejó pensando y con un dejo extraño en la conciencia, que resonó a manera de auto-diálogo interno, pseudoacusatorio:
“¿estará bien esto de las versiones avanzadas y todos los temas parecidos que declaramos como opciones innovadoras, distintas ?”
La verdad, es que como equipo de trabajo, en nuestra organización invertimos mucho en lecturas, estudio, conversaciones y diseño instruccional para la adaptación de ideas viejas a la nueva forma en la que juntas hemos concebido nuestro negocio y el servicio educativo que prestamos, aunque acepto que me inquietaron sus palabras.
Me tope con este libro -gracias a Dios- para dar respuesta a mi inquietud, que dice lo que cito a continuación:
“los procesos de innovación llevados a cabo por la mayoría de las empresas de origen asiático se cimientan en una imitación creativa”
Erik tenía razón, en Genética del Cambio C.A, estamos comiendo con palitos y salando con salsa de soya. Sí, definitivamente estamos imitando creativamente, y no solamente eso, estamos contribuyendo con que nuestros clientes se hagan imitadores creativos también, porque vendemos justamente esa capacidad que hace que las organizaciones evolucionen.
Esperamos en Dios, que esta imitación creativa la realice también nuestra competencia en productos educativos, con el deseo de que cada vez más, los que estamos avocados a la construcción de un mundo distinto mediante la acción ecológica, responsable y elevada de las empresas, podamos realmente contribuir en hacer una diferencia y transformar el nivel de conciencia de la gente hacia lo ecológico, hacia una nueva posibilidad de vida:
Nuestra Propuesta Educar por y para la vida.
Víctor Hugo decía: “La naturaleza conoce el gran misterio y se ríe”
¡Qué bonito! Les cito estas palabras, porque hay un concepto hermanado con la memética de nombre BIO-memética: que propone el estudio de soluciones definidas por la naturaleza durante millones años a través de la evolución.
La idea de la BIO-memética es que traslademos -mediante la imitación- la tecnología desarrollada por sistemas vivos a incorporar mejoras a los productos y servicios creados por el hombre. ¿Qué tal? ¡Está de pelos! ¿no es cierto? ¡Finísimo! Cómo diría mi hija.
Ahora comparto contigo algunos ejemplos que nos regala el libro.
1. El sonar está basado en el mismo principio del radar mediante ondas electromagnéticas que permiten conocer dirección y distancia al intervalo de la emisión del sonido y la recepción del eco… ¿De quién se imito? Del Murciélago. Por cierto, Leonardo Da Vinci observó las alas del mismo animal para su diseño del ornitóptero, un avión que se sostiene y avanza simulando el movimiento de las alas.
2. El velcro, llamado también “cierre mágico” fue inventado por George de Mestral, un ingeniero suizo en 1940 cuando observando al microscopio los cardillos que se le pegaban a los pelos de su perro a sus calcetines, ofreció una innovación a la cierre tradicional.
3. Speedo imitó las escamas tiburón para sus trajes de baño, estas escamas llamadas dentículos que son las que le dan velocidad al tiburón y reducen la resistencia para que el agua deslice por el cuerpo del animal con mayor eficiencia.
Hay miles, millones de soluciones que esperan ser imitadas. La Universidad de Bath de Reino Unido, ha creado una base de datos con 2.500 soluciones naturales a problemas de ingeniería, denominadas “patentes biológicas”. http://www.bath.ac.uk/.
¿Qué te parece esta idea? Imagínate imitando procesos de innovación abierta y transversal donde cooperen expertos de distintas disciplinas… ¿Qué te puedo decir? Disneylandia con campanita volando y haciendo volar a todos. ¡Qué maravilla!
Todo esto es posible si subimos nuestro nivel de conciencia y realmente vivimos eso que dicen muchos colegas, muchas veces, en el campo de la educación corporativa:
“El conocimiento es el único bien que se multiplica cuando se comparte”.
¡Gracias Elizabeth! por despertarme y motivarme a escribir hoy este artículo.
Todo va a salir de maravilla para ti y tus proyectos.
¡Saludos a todos, amigos!
Hasta una próxima vez.
MM
(Meme Meme)
Memética del Cambio, jajjaa
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