jueves, 6 de agosto de 2009

Un amorímetro haría falta para poder explicar tanto, tanto afecto

















Dedicado a mi querida amiga:

Esta nota no es mas que parte del combo que es la vida, a veces las penas compartidas se aligeran…

Del mismo tamaño que pudiéramos atribuirle a la alegría, puede ser la tristeza que nos puede causar un ser querido.

Una vez escuché que si estas triste es porque estas amando, es la impotencia por no poder retener algo que alguna vez sentiste tuyo.

Piensa en las cosas que son tuyas hoy, son tuyas porque las sientes así y están a la orden de tus deseos de tus necesidades justo en este momento.

Piensa en todo lo que puedes hacer hoy: puedes respirar, puedes trabajar, puedes ver las estrellas, puedes disfrutar del sabor de una buena comida, puedes abrazar a alquien que te ama, puedes leer, jugar, cantar, pasear…

Puedes tantas cosas que la cotidianidad hacen tuyo tú día a día…. A veces olvidamos lo mucho que amamos hacer y sentir estas cosas, hasta que te toca prescindir de tan siquiera alguna de ellas. Entonces aparece la tristeza.

Quizás Dios nos proveyó esa emoción para recodarnos lo muy muy muy felices que hemos sido y lo mucho que hemos disfrutado de la vida.

Si estás triste… muy triste… piensa y dale gracias a Dios… porque valió la pena aquello que viviste y el valor que le atribuiste…

Y si estas bien y alegre hoy, anótalo, grábalo en tu memoria, que no se te olvide nunca para que puedas usar ese recuerdo cuando lo necesites y la tristeza te sobrevenga por lo mucho que amas tambien.

No te permitas olvidar que de la misma forma y en la misma intensidad que amas serás amada, así que, cuídate para que alargues un poco mas el placer de aquellos que disfrutan de saberte bien y saberte viva y contenta.

Gracias a todos los que con su apoyo, presencia y cariño, han mostrado tanto amor en estos momentos tan difíciles.

MM